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Cuando queremos comprar una chimenea y no somos conocedores, nos surgen muchas dudas y una de las más frecuentes es escoger qué sistema de combustión es el más indicado:

Combustión simple o combustión doble?

¿Cuál es el mejor sistema, y cúal nos aportará más beneficios y rentabilidad?

• El sistema de combustión simple, tenemos poca mejora respecto a una chimenea tradicional abierta, poco más de potencial y el mismo consumo de leña. Al combustionar y tener un elevado consumo de leña, el humo de la combustión ensucia el vidrio en el momento del encendido y rápidamente también ensucia el conducto de extracción de humos.

• El sistema de combustión doble son aparatos de última generación con más potencial y rendimiento que los aparatos de simple combustión, menos consumo y más autonomía. En definitiva más cómodas y funcionales, adaptadas en la vida actual. Con la combustión doble se aumenta la temperatura interior y con una entrada de aire adicional parte del humo generado en la combustión se quema generando una segunda llama que nos aporta más temperatura y menos consumo. Al combustionar mejor, tenemos menos cantidad de humo y este nos ensucia menos el vidrio y el conducto de evacuación de humos. Dentro de la cámara de combustión se autolimpia y se genera menos cantidad de ceniza. Con este sistema se obtiene más control de la intensidad de la combustión, consecuentemente más ahorro en combustible.