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¿Quién no ha notado el cambio de tiempo? Salir sin abrigo ya es solo opción para las personas más calurosas. Y es que el otoño ha llegado con fuerza y ya no solo sentimos el frío en la calle, sino que cada vez ha entrado más adentro de nuestras casas.

El frío es un invitado que entra sin llamar a la puerta y antes que sea demasiado tarde, vale más tener la chimenea bien preparada.

Y seamos sinceros/as, a algunos/as nos gusta que empiece a hacer frío dentro de casa para poder disfrutar del calorcito del hogar. Y si una cosa es evidente, es que el fuego en una casa crea una preciosa harmonía allí donde se enciende.

Pero aunque tengamos muchas ganas, es necesario un paso previo. Comprobar que todo funciona correctamente.

 

Por lo tanto, si tenemos una chimenea o estufa de leña necesitamos:

-Limpiar la puerta de cristal: Con productos especiales y para evitar el deterioro de las juntas que provocaría perder la estanqueidad, aumentando el consumo de leña de forma incontrolada.

– Hacer el mantenimiento del estado de las turbinas, cableado eléctrico: Comprobar que no haya problemas eléctricos (¡En Argemí te lo supervisamos!)

– Hacer el mantenimiento del interior de la cámara de combustión: Revisar que las piezas de vermiculita estén óptimas para su uso y que disfrutamos de la máxima eficiencia.

Hacer el mantenimiento del conducto de extracción de humos: Debe estar limpio anualmente y al mismo tiempo, controlar que no se acumule hollín, algo que daña la instalación y los materiales.

 

¡Así pues, a revisar la chimenea!

Y recuerda, la famosa figura del deshollinador, es tan necesaria como profesional. Por lo que será necesario  que te ayuden en este proceso.

 

En Argemí te asesoramos en todas las dudas de mantenimiento que necesites.