Aunque el origen del popular villancico “Fum!, Fum!, Fum!” es incierto, podemos reconocer literalmente la acción de cantar en hermandad alrededor de un fuego. Una acción que, tanto en familia como con amigos, nos llena de emociones y nos hace sentir más juntos. ¡Pero no solo cantando! También podemos disfrutar de las largas sobremesas o los descansos frente a esta.
Y es que una chimenea siempre ha sido el centro de los espacios donde se ubica. Tanto por el calor que emana como por la encantadora belleza de las llamas que crea. Y de bien seguro que quien tiene animales ha podido comprobar cómo también reconocen el gusto y el placer del calorcito, haciendo de este su espacio preferido cuando hace frío.
Es justamente durante esta época, la Navidad, cuando se crea un significado especial en torno a ella. Y es que en todas las casas donde hay una chimenea sucede algo. En algunas llega el Papa Noel, en otras cuelgan calcetines, en otras se cuecen boniatos…
Hoy en día, ya no solo disfrutamos de las chimeneas abiertas, las de toda la vida, sino que también nos reunimos alrededor de chimeneas cerradas con un inserto o recuperador de calor, de chimeneas metálicas y modernas y estufas.
En Argemí queremos que vivas la magia de la Navidad y por eso, te ofrecemos tantas opciones como necesidades existen en cada hogar.
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