El verano y el buen tiempo multiplican las ocasiones para comer al aire libre y las barbacoas son la opción más recurrida. El menú más común en estas reuniones es carne a la brasa, que lejos de lo que podamos pensar, es una forma muy sana de cocinarla. ¿Por qué? Aquí van algunos beneficios.
Las altas temperaturas producen una costra protectora alrededor de los alimentos que mantiene sus propiedades, como las vitaminas, y mejora la digestión de las proteínas. Además la cocina a la barbacoa cuenta con menos grasas, que se desprenden y derriten por el calor, y acaban goteando sobre las brasas y no en el plato.
Menos grasa no significa menos sabroso, o más seco. La cocina a la barbacoa mantiene el jugo de los alimentos, porque sólo elimina propiedades que no son beneficiosos para nuestro cuerpo. Por otra parte, cualquier alimento a la barbacoa tiene un sabor especial que le confieren las brasas, porque el calor a la que se cocinan intensifica su sabor. Gracias a esto, no hace faltan salsas o condimentos altos en calorías.
Sin embargo, los beneficios para la salud no se quedan sólo aquí si tenemos en cuenta que a la brasa se pueden cocinar todo tipo de alimentos, desde verduras, a pescado, hortalizas, mariscos, o incluso frutas. La imaginación en la cocina nos abre un sin fin de posibilidades, y cocinar a la barbacoa no es diferente.
Y una buena comida, siempre debe ir acompañada con una buena bebida. Para una barbacoa, la mejor elección son bebidas refrescantes y ligeras, como té helado, para facilitar la digestión y soportar el calor.
Además de todos estos beneficios para la salud, las barbacoas son reuniones sociales en los que compartimos tiempo, de una forma distendida, con otras personas. Son momentos que nos permiten disfrutar, de una forma sana y al aire libre de nuestro tiempo, y que también nos hacen más felices.