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Ha vuelto octubre y con él ha regresado también la queridísima rutina. Madrugar, llevar a los niños al colegio, ir a trabajar…Y sigilosamente el que también irá reapareciendo es el frío. Las mantas y los jerséis volverán a hacer una aparición en casa, aunque, el papel principal siempre se lo lleva la chimenea.

Y es que, ¿podemos culparla? La chimenea es un pieza clave en cualquier casa, sobre todo en invierno. Vamos a ver, ¿quien no ha fantaseado alguna vez con poder sentarse, ya sea solo o acompañado, en el sofá o en la cama, al lado del cálido fuego que la chimenea nos ofrece, mientras lo escuchamos crepitar con un libro en el regazo en uno de esos domingos gélidos tan típicos del invierno? Aunque, ¿por qué conformarnos con una fantasía de fin de semana? Aprovecha cualquier momento de la semana, después de dejar los niños al colegio o al volver de trabajar, para sentarte al lado del fuego y sentirte como si fuera domingo.

La chimenea es capaz de crear un ambiente especial, cálido e íntimo y es siempre sinónimo de mimos, risas y charlas. Porque, seamos realistas, muy pocas sensaciones pueden compararse a la de llegar a casa y dejarse abrigar por el calor del fuego.

Así que, ¿Cuántos momentos inolvidables piensas vivir frente a una chimenea?

 

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